Por Damián Zavala Acevedo
29 de Abril del 2008
Complacientes, dejado y provincianitos
Complacientes, dejado y provincianitos
No cabe duda. La ciudad de Mexicali Baja California esta transformada.
El pasado fin de semana estuvimos por aquellas tierras donde presentamos la obra Malas Palabras en la feria internacional del libro que organiza la Universidad Autónoma de México.
En dicha tierra cachanilla, que se encuentra a unos cuantos kilómetros de nuestra aldea, se respira modernidad, ahí la gente tiene la oportunidad de convivir con los últimos gritos de la moda, tanto social, cultural y económicos.
Mexicali es una ciudad querida, apapachada por sus gobiernos, se ve pugante y con un carácter muy del norte donde existe espacio para todo tipo de gente.
Como sonorense da envida de la buena y te hace - “sin quererlo”- pensar que han hecho aquí en Sonora “nuestras” autoridades quienes se la han pasado todo el tiempo a lomo del caballo.
Sonora esta años luz de poder igualarse a Baja California, ha pesar que por su situación geográfica el narcotráfico ha encontrado ahí su guarida.
Yo si creo, que muchos sanluisinos, quienes a diarios se parten el alma para llevar el sostén diario a sus casas, tienen ganas de cruzarse el rio colorado.
Estar hoy en día en Mexicali, es estar en la puerta del primer mundo; se palpa, se siente, se huele, se disfruta, se contagia y el desarrollo de esta comunidad que apenas tiene sien años de haberse fundado mientras que San Luis Río Colorado Sonora tiene cuarenta y será difícil que al llegar a los cien se parezca a esta tierra cachanilla.
El único pecado que hemos cometido los sanluisinos es no haber nacido en Hermosillo, ahí donde se quedan los grande presupuesto, las grandes obras, los mejores espectáculos, ahí es donde otros se gastan el dinero de nuestros impuestos.
Nosotros como grupo ya le hemos vivido en carne propia, allá en Hermosillo nos quitaron de la jugada, nos vapulearon, nos pisotearon, nos escupieron, violaron nuestros derechos, porque ahora si les ganas a la buenas, te arrebatan tus triunfos. Allá, donde todavía se anda en caballo y es un lujo tener un caballo, no toleran el talento si es que no sale de Hermosillo o de los de gobierno. Allá, nos quieren ver como enano, complacientes, dejados y provincianitos.
Si, si lo sigo creyendo: San Luis tiene ganas de cruzarse el río o la frontera ya de perdis.
